INGREDIENTES:
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Cuatro o cinco patatas de buen tamaño,
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6 huevos,
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12 guindillas vascas conservadas en vinagre
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aceite de oliva virgen extra
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sal.
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PREPARACIÓN:
Comenzamos pelando las patatas y cortándolas en rodajas finas, como si fueramos a hacer una tortilla de patatas tradicional. En una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra, las freímos a fuego lento, para que no se tuesten sino que queden blanditas pero bien hechas por dentro.
Una vez estén en el punto deseado, las retiramos, escurriendo bien el aceite y las reservamos. Entre tanto, tomamos 8 ó 10 guindillas de las que vienen encurtidas en vinagre, y las partimos en pequeños trocitos
Batimos los huevos en un bol de buen tamaño durante un par de minutos, y añadimos una pizca de sal. Sobre los huevos, incorporamos las patatas fritas y los trozos de guindilla escurridos de sus jugos, y mezclamos bien el conjunto hasta que esté bastante homogéneo.
Cuajamos la tortilla en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva bien caliente en el fondo, durante 4 minutos por un lado y damos la vuelta a la tortilla ayudados por un plato, cuajando la otra cara durante dos minutos aproximadamente. Estos tiempos dejarán la tortilla sin cuajar del todo por dentro, quedando muy jugosa.